lunes, 8 de diciembre de 2014

PILAR

Llegó la un día de Abril, apurada, no esperó la fecha, ella es así, un torbellino, tan vital, pequeñita pero muy fuerte, así nació diminuta pero inmensamente fuerte, muy flaquita pero tan llena de vida, Las esperábamos con mucha ansiedad, con muchas ganas, con tanto amor; cuando supimos que era nena lloramos de mucha felicidad, la nena que no tuvimos venía en ella, la dulzura, la delicadeza, las muñecas, los vestiditos, las hebillas, los moños. Todos estábamos tan henchidos de felicidad que todo lo demás no contaba, ahora Pilar cuenta en todo, tan pequeñita y nos mueve a todos, los papis están refelices, la madre cuando llega y la ve sus ojos verdes se ponen más verdes y brillantes, la cara se le transforma y llena de luz, el cansancio se le va y corre a abrazarla y ella la compensa con miles de sonrisas pícaras. El padre le canta, le hace mohínes y a cambio recibe caritas de alegría y pataleos y bracitos pidiendo upa. El abuelo recio se transformó en un dulce y la chiquita lo ama; y a mí me cambió la vida, los momentos,  el alma y me llenó el corazón. Pienso en ella siempre, la amo, le agradezco infinitamente a Dios y a la Virgen su llegada. Agradezco a Flor su esfuerzo y constancia para lograr su embarazo y regalarnos esa hermosa criaturita llamada Pilar, nuestra nietita amada.